En la actualidad, las empresas ya no se limitan a las interacciones en persona que solían promover la colaboración. En un entorno donde muchos empleados trabajan desde casa y en la oficina, la capacidad de una organización para impulsar una fuerza laboral híbrida se vuelve crucial. Es aquí donde entra en juego la formación de equipos virtuales.
Aunque las habilidades técnicas y la experiencia son invaluables, el capital social generado por la formación de equipos es fundamental. Incluso los equipos más talentosos pueden fracasar sin este componente.
Para dar lo mejor de sí mismos, los empleados necesitan confiar en los demás, cooperar, y sentirse conectados y comprometidos con sus colegas y la organización en general. Esto genera una sensación de seguridad psicológica que les permite hablar, compartir sus opiniones y asumir riesgos.
La formación de equipos desempeña un rol crucial en este proceso, ya que mejora las habilidades de comunicación, la resolución de problemas, la creatividad y el pensamiento crítico. Si quieres un lugar de trabajo más inclusivo que motive a los empleados a superar los desafíos profesionales, una formación de equipos eficaz puede lograrlo.
Según Forbes, el 20% de los trabajadores dejarían su empleo si no pudieran trabajar desde su casa. Y según la propia investigación de Meta, casi dos tercios de los empleados disfrutan de un mejor equilibrio entre la vida laboral y personal y se sienten más productivos en el trabajo (62%) desde que adoptaron una modalidad de trabajo híbrido.
Hoy en día, la capacidad de crear conexiones entre personas que tal vez nunca se hayan conocido en persona o no estén en contacto diario es un requisito innegociable para los líderes y directivos de las empresas. La formación de equipos virtuales con software de videoconferencia lleva tiempo siendo la solución preferida.
La pandemia de COVID-19 nos dejó una de sus mejores contribuciones: ejercicios de formación de equipos online que superan las fronteras geográficas. Estos ejercicios pueden adoptar muchas formas.
Reuniones sociales, horas felices y pausas para tomar café: reemplazan los momentos tradicionales de charlas informales.
Cuestionarios y juegos de equipo: estimulan la competencia sana y fomentan la colaboración.
Dinámicas para romper el hielo: preguntas aleatorias, a veces divertidas o emocionales, ayudan a las personas a relajarse, conocerse mejor y bajar la guardia.
Juegos multijugador: son más que un juego de disparos, también requieren pensamiento estratégico y creatividad.
Charlas y clases: centradas en actividades "fuera del horario laboral", por ejemplo, preparar pizzas, hacer manualidades o viajar.
Agradecimientos y celebraciones: aparte del factor positivo de sentirse bien, está demostrado que el agradecimiento reduce el estrés, la ansiedad y la depresión.
Retiros virtuales: con diversas actividades como juegos, proyecciones de videos y entrega de premios.
La realidad mixta (una combinación de realidad aumentada y virtual) está cambiando la forma de concebir las oficinas, así como la manera en que nos reunimos y crecemos como equipos.
En términos generales, la formación de equipos virtuales recurre a los ejercicios y las actividades que suelen realizarse en plataformas de videoconferencia y los adapta al metaverso en 3D envolvente.
Si piensas introducir la realidad virtual en tus programas de formación de equipos, es importante que sepas qué se necesita y en qué se diferencia la experiencia de las sesiones virtuales estándar.
En la encuesta de Meta, el 68% de los empleados que utilizan la realidad virtual para trabajar afirmaron que la tecnología les proporcionaba una mayor sensación de conexión con sus compañeros. El trabajo no es simplemente una tarea que realizamos, sino que también nos proporciona un sentido y un propósito. La comunidad forma parte de ello y la realidad virtual profundiza esta experiencia.
Trello, que fue adquirida por Atlassian, comprobó de primera mano este beneficio tras crear una réplica de su oficina de Nueva York con la ayuda de la plataforma de colaboración digital Frame. Enviaron 250 visores a empleados de todo el mundo para que pudieran explorar el espacio de trabajo virtual y sorprendieron y deleitaron a colegas que se encontraban a miles de kilómetros de distancia. Según el director de experiencia del personal de la empresa, la iniciativa tuvo un efecto increíble en las prácticas de formación de equipos de la empresa.
Desde réplicas digitales de oficinas físicas hasta avatares que escanean tu propio rostro, el mundo virtual puede ser una extensión de todo lo que conoces. O puedes organizar tu próxima reunión en una isla desierta paradisíaca.
También puedes elegir el enfoque de tu actividad de formación de equipos. Por ejemplo, si quieres que tus empleados mejoren sus habilidades de comunicación, de resolución de problemas o de colaboración, una experiencia de VR en una sala de escape puede ser la solución.
Con una fuerza de trabajo dispersa, la formación de equipos con realidad virtual da a todas las personas una sensación de presencia y elimina el factor de invisibilidad que es un desafortunado efecto secundario del trabajo remoto. Las simulaciones también permiten a los empleados ponerse en los zapatos de otra persona y ver las cosas desde otra perspectiva, lo que aumenta la concientización sobre los prejuicios y la discriminación.
Los entornos inmersivos de la formación de equipos con realidad virtual despiertan emociones reales, lo que contribuye significativamente al aprendizaje. Los ejercicios de seguridad en caso de emergencia son más fáciles de recordar cuando se tiene la sensación de estar realmente allí y de interactuar con los compañeros en tiempo real. Esto también fomenta la empatía y la comprensión de las funciones que desempeñan los demás.
El costo de adquirir visores y controladores puede parecer excesivo. Sin embargo, el mercado se está diversificando y se adapta a todos los presupuestos, con una gran variedad de contenido gratuito y pagado y modelos de suscripción disponibles.
Compara los visores de VR de Meta Quest.
Define tus objetivos: ¿quieres dedicar un tiempo a socializar para levantar la moral o mejorar las habilidades interpersonales? Observar a tus equipos en el trabajo y prestar atención a los comentarios de los empleados y/o directivos puede ayudarte a tomar la dirección correcta.
Define el presupuesto: incluye los costos de hardware y software y el retorno de la inversión. Tendrás que tener en cuenta si se trata de una sola sesión o de la primera de una serie de sesiones de VR para fomentar el espíritu de equipo. Consigue varios presupuestos. Vale la pena investigar.
Recluta un equipo: además de asistencia técnica, es posible que necesites ayuda para organizar todo, lo que incluye la redacción de comunicaciones internas y el contacto directo con los participantes antes, durante o después de la sesión.
Elige las actividades: de ellas dependerán las apps que incluyas. Podrías proponer a los empleados que voten.
Decide la hora, la fecha y el lugar: ten en cuenta las distintas zonas horarias y si quieres que la sesión se celebre durante la jornada laboral o fuera del horario de trabajo. También necesitarás el código de la sala de VR o la ubicación en la app que hayas elegido.
Comparte los detalles: además de cuándo y dónde, incluye instrucciones claras sobre las apps que utilizarás y las credenciales de usuario para la configuración en la plataforma de VR. Esto podría compartirse mediante una combinación de correos electrónicos, folletos físicos, equipos de administración, invitaciones a calendarios y sistemas de colaboración en grupo.
Configura y haz pruebas: sube el contenido que utilizarás y prueba las versiones 2D y 3D, con tiempo suficiente para realizar cualquier cambio. Comprueba si hay actualizaciones de software y familiarízate con el hardware y el software en cuestión, así como con la logística necesaria para celebrar el evento en el espacio virtual.
Envía un correo electrónico de recordatorio: pide a los participantes que prueben su equipo, recuérdales que carguen los visores e incluye los datos de contacto en caso de que tengan algún problema.
Haz una última comprobación del sistema ese mismo día: para asegurarte de que el software está actualizado y de que tienes un plan B en caso de que surja algún problema técnico.
Revisa los resultados: ¿qué cosas salieron bien y qué cosas podrían mejorarse? Las encuestas a los empleados pueden ser útiles, así como las cifras de asistencia y participación y el impacto en la productividad y la moral.