Arreglarse la ropa, lustrarse los zapatos, asegurarse de tener buen aliento, peinarse, repasar las notas, ir al baño, quizá dos veces. Habrá quien aún recuerde la antigua sala de entrevistas. Pasar por el ritual de saludar a varias personas estrechándoles la mano. Sentarse en el centro de la sala. El protagonismo que nadie anhela. Desde luego, ahora las cosas cambiaron, aunque probablemente aún sigas peinándote.
Reunirse por videollamada con Safwaan Rahman por primera vez es una experiencia muy agradable. El director de reclutamiento en Londres de Credera, una consultora de administración internacional, aparece en un primer plano con las paredes blancas y sencillas de su espacio de trabajo desde casa de fondo.
El reclutamiento de forma remota se ha convertido en la norma y brinda nuevas oportunidades para incorporar a colegas de lugares mucho más lejanos. Esta expansión de las reservas de talentos coincide con un avance global hacia prácticas empresariales más diversas, equitativas e inclusivas. Por supuesto, este cambio no es meramente ideológico: las empresas que se consideran más diversas e inclusivas tienen un 35% más de probabilidades de tener mejores resultados que su competencia1
.El equipo de Safwaan ha estado utilizando un sistema de seguimiento de solicitudes (ATS) para anonimizar nombres y otros detalles en los CV, lo que ayuda a equilibrar la necesidad de demostrar su compromiso con la diversidad, equidad e inclusión con los aspectos prácticos de la contratación remota.
Ahora bien, aunque la anonimización pueda parecer una buena idea a primera vista, ¿cómo pueden los reclutadores garantizar la igualdad en la entrevista? "Algo que ayuda es la capacitación sobre el sesgo inconsciente", señala Safwaan. Sin embargo, también es consciente de que las prácticas actuales en materia de entrevistas aún necesitan supervisión adicional para garantizar la imparcialidad. "La práctica recomendada debería ser que el departamento de RR. HH. evaluara la prueba". Según Safwaan, la etapa de la entrevista consiste en conocer realmente al candidato. "Para una de nuestras contrataciones de graduados, me olvidé de los CV", explica. "Solo hay que valorar a los candidatos por cómo se desenvuelven en la entrevista".
Safwaan Rahman,
Head of Recruitment,
Credera
En un mundo hiperconectado donde el trabajo remoto es cada vez más común, ¿podría la realidad virtual ayudar a los reclutadores a combatir los sesgos en la sala de entrevistas? ¿Podría un avatar genérico crear un entorno equitativo tanto para las personas entrevistadas como para los reclutadores? Safwaan tiene sus dudas. "Será difícil conseguir que los entrevistadores den ese paso cultural para adoptar la realidad virtual. ¿Por qué no puedes usar filtros en las videollamadas?" Sonríe. "Hoy en día puedes convertir a cualquier persona en una papa".
Se ríe discretamente mientras sus hombros se mueven en el borde inferior de la pantalla. Por otra parte, "si puede ahorrarnos tiempo y mejorar nuestros índices... Tenemos que contratar reuniéndonos con la menor cantidad de personas posible y lo más rápido posible".
La siguiente reunión con Safwaan es bastante diferente. La espaciosa sala de conferencias cuenta con todas las pantallas, los micrófonos y los dispositivos que se necesitan para trabajar en un entorno híbrido moderno. El director de reclutamiento se muestra cálido y relajado mientras presenta a sus colegas, Leia y Sophie. Todos aceptaron participar en un experimento de anonimización en el que Safwaan llevará a cabo entrevistas en un entorno de realidad virtual para un puesto hipotético en el sector del reclutamiento. Sus dos colegas estarán representadas por el mismo avatar genérico y anónimo.
La sala está cargada de energía y curiosidad mientras todos examinan sus visores Quest Pro. Ni Leia, que antes vivía en California y ahora en Londres, ni Sophie, que se incorporó a la empresa de forma remota durante el confinamiento, habían utilizado antes la realidad virtual. "Solo la asociaba a los juegos", admite Sophie. La reunión es breve, ya que invitan a Leia y Sophie a una sala de reuniones separada para que puedan dar sus primeros pasos en el proceso de reclutamiento con realidad virtual de forma anónima.
Los visores encendidos. Hay un proceso rápido de adaptación mientras los reclutadores pellizcan tentativamente el aire y hacen clic para acceder a la sala de entrevistas. Safwaan, con una sonrisa de oreja a oreja, saluda con la mano y pregunta a la primera entrevistada anónima: "¿Puedes verme las manos?". Leia se ríe mientras sigue observando el entorno y la cascada "exterior". Una vez que se acostumbraron, comienza la entrevista.
La postura de Safwaan cambia y se muestra con una presencia amistosa y controlada que se refleja en su avatar. Comienza explicando el hipotético puesto a la candidata anónima. Nadie es una papa aquí... Safwaan permanece quieto y atento mientras la persona entrevistada responde a la primera de las tres preguntas estándar de reclutamiento. En la otra habitación, Leia está serena, con respuestas mesuradas, mientras inconscientemente se pasa los dedos por el pelo.
A medida que avanza la entrevista, Leia pierde los nervios y sus respuestas se vuelven más fluidas. ¿Y qué fue lo que atrajo a Leia de este hipotético puesto en el sector del reclutamiento? "Me gusta relacionarme con las personas. Creo que soy sociable, pero también puedo desplegar mi lado analítico y tener la capacidad de tomar decisiones basándome en cómo analizo a la persona".
La sesión termina y Safwaan levanta su visor con una sonrisa curiosa. "El avatar parecía muy dubitativo gran parte del tiempo... Sus ojos se movían de derecha a izquierda, pero no sé si se trata de algo psicológico, porque al final de la entrevista no lo noté tanto". Safwaan se vuelve a colocar el visor para la siguiente entrevista.
Como sus colegas antes que ella, Sophie examina sus manos anonimizadas. "Son del color equivocado", se ríe. Al fin y al cabo, esa es la idea. El avatar de Safwaan saluda a la entrevistada genérica con el mismo tono cálido. Las manos de Sophie se posan sobre la mesa; se muestra concentrada, pero, al mismo tiempo, relajada. La presencia genérica sonríe mientras responde a las preguntas de Safwaan, y sus manos, cada vez más seguras, gesticulan durante las respuestas. ¿Qué atrajo a este avatar de este puesto? "Tuve la impresión de que su empresa prioriza a las personas. Y, al leer las opiniones de Glassdoor, queda claro que es así".
Ya sin el visor, Sophie reflexiona: "No sabía qué esperar. Miré hacia abajo y pensé: 'Oh, estas no son mis manos'. Me veía en un espejo. 'Oh, esa soy yo'. Es algo surrealista, pero no me desagradó en absoluto. Sé que no era una entrevista de verdad, pero creo que me hizo sentir más a gusto. También me gusta bastante el entorno. Sé que eso puede cambiar según el entrevistador y la empresa. No encontré grandes diferencias a la hora de expresarme como quería".
Leia reflexiona sobre su desempeño. "Cuando estoy nerviosa, juego con mi pelo y me toco la cara. A veces, cuando dices algo que crees que está mal, te das cuenta de cómo reaccionan [los entrevistadores]. Pero la realidad virtual no resalta eso, lo cual ayuda. Puedo concentrarme en lo que puedo ofrecer".
Es posible que las candidatas se sintieran cómodas con la experiencia, pero ¿cómo afectó el avatar anónimo a la persona encargada de la evaluación? Las manos de Safwaan, ya no reprimidas conscientemente, ahora se pasean por encima de la mesa. "Representa muy bien las manos y pude ver los gestos, lo cual me ayudó mucho porque, aunque probablemente haya detalles menores de la cara que se pierden, la imagen general es casi la misma".
Safwaan Rahman,
Head of Recruitment,
Credera
Y bien, ¿quién se quedó con el puesto? Esos datos también se anonimizaron. ¿Pero no hubo papas? Safwaan suelta una sonrisa. "Aunque el avatar sea neutral, sigues haciéndote una buena idea de cómo interactúa la persona. Por ejemplo, al comparar a Sophie con Leia, Sophie era mucho más expresiva, pero, como se trataba de realidad virtual, no pudo aprovechar ese aspecto de su personalidad; yo igual evaluaba según el contenido de las respuestas. Es una forma de igualar".
Si el proceso de reclutamiento consiste en evaluar la presencia de un candidato, cotejar su currículum con la realidad y asegurarse de que es idóneo para el puesto, ¿se puede anonimizar por completo? "Obtienes la mayoría de las ventajas de hacer la entrevista en persona, pero, cuando lo que está en juego es mucho más importante, podría ser preferible no considerar la realidad virtual para una entrevista de fase final.", explica Safwaan. "Quizá, en ese momento, podrías ver [al candidato] en persona. Yo diría que es muy bueno para las primeras fases de selección de la entrevista".
A medida que los avatares se vuelven cada vez más realistas en la representación de expresiones humanas, la anonimización ya no tiene por qué ser un obstáculo para la expresión de la personalidad. Al dar a los reclutadores la posibilidad de crear entornos equitativos en los que competir, la realidad virtual podría convertirse en una herramienta muy valiosa para superar el desafío del sesgo y centrarse exclusivamente en el rendimiento de la persona entrevistada.
De cara al futuro, además del proceso de reclutamiento, ¿podría esta liberación del yo digital proporcionar una plataforma igualmente equitativa una vez que el candidato seleccionado se incorpore a la fuerza laboral?
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