"Dímelo y lo olvidaré. Enséñame y lo recordaré. Deja que participe y lo aprenderé". Benjamin Franklin
En el mundo digital actual, mantenerse al día con las innovaciones en constante evolución y aprender nuevas habilidades tecnológicas son una parte esencial de la competitividad en el mercado laboral. Sin embargo, la educación para adultos se volvió prohibitivamente cara, mientras que los modelos más tradicionales de formación profesional pueden tardar bastante en adaptarse a las últimas tendencias, lo que limita las oportunidades laborales y el desarrollo profesional.
Muchos líderes empresariales se sienten frustrados por esta brecha cada vez mayor entre la teoría académica y la práctica empresarial. Preocupa la falta de preparación en el aspecto comercial de muchos graduados exitosos. En respuesta, la propia educación está atravesando una importante reestructuración en la cual los bootcamps de tecnología se ven, cada vez más, como una solución transformadora. Estos bootcamps están ayudando a las personas a descubrir nuevas tecnologías y navegar nuevas formas de trabajar al formar a líderes empresariales que se sienten más a gusto en un mundo que cambia rápidamente.
Jeremy Shaki, director ejecutivo de Lighthouse Labs, el bootcamp de programación más importante de Canadá, tiene su propia opinión acerca de por qué es necesario un cambio tan drástico en la forma en que aprendemos sobre tecnología. "En realidad, ni siquiera me interesa tanto la tecnología", dice con una sonrisa. "Lo que más me importa es la ausencia en la educación para adultos de una infraestructura que verdaderamente les permita a las personas hacer cambios laborales reales".
Lighthouse Labs se especializa en cursos intensivos sobre temas como ciberseguridad, ciencia de datos, desarrollo web y análisis de datos, y la IA juega un papel clave en sus programas de estudio. El modelo del bootcamp de tecnología se centra en un aprendizaje práctico y acelerado que enseña a los estudiantes habilidades que los preparan para salir al mercado laboral sin escalas. En 12 semanas, cada una de las cuales consiste en más de 40 horas de seminarios y prácticas guiadas, los amateurs pueden desarrollar las habilidades necesarias para convertirse en profesionales en estos campos. En un entorno tecnológico y laboral que cambia vertiginosamente, Jeremy considera que esta forma de aprender prepara mejor a sus estudiantes para el futuro.
"Uno de los grandes obstáculos que atentan contra la educación para adultos en general es la aceptación por parte del sector de una educación más allá de la universidad. Superar este obstáculo será extremadamente importante porque creo que va a ser imposible exigir a las personas que aprendan a los 18 años habilidades que les duren por el resto de su vida. Creo que, más que nunca, está aflorando el interés de la población general por hacer cosas distintas y cambios en sus vidas".
Actualmente en su décimo año como cofundador, Jeremy fue testigo de muchos cambios en el panorama empresarial y también en su propia empresa. "Nuestra primera misión era muy sencilla: formar a la próxima generación de desarrolladores de software. Pero, cinco años más tarde, la cambiamos por una mucho más ambiciosa: asegurarnos de que el cambio tecnológico sea una oportunidad para todos", explica.
Este enfoque igualitario es importante para Jeremy y para la filosofía de Lighthouse Labs. Inclinándose hacia adelante, continúa: "Al cambiar constantemente, la tecnología puede ser algo que agrave la brecha digital o bien una oportunidad para que más personas se incorporen porque nadie tiene el conocimiento ni la experiencia necesaria para dar el siguiente paso".
Aun así, para destacarse en un bootcamp de tecnología se necesita esfuerzo, motivación y mucha flexibilidad. "Es la idea de aprender haciendo. Como los sherpas que escalan el Everest. Puedes guiar a las personas, pero son ellas quienes deben hacer la escalada si quieren llegar a la cima".
Una de las herramientas más importantes de un bootcamp de tecnología son los propios educadores. Su orientación, sus habilidades motivacionales y su adaptabilidad son aptitudes que Jeremy tuvo que cultivar y gestionar con el tiempo.
"Hoy en día, contamos con un ejército de mentores formado por más de 450 profesionales. Hay un programa básico, pero pueden conectarse y asistir a los estudiantes que lo requieran mientras realizan sus proyectos. Los estudiantes básicamente pueden presionar un botón para pedir ayuda. Alguien acude al llamado, los ayuda y las personas pueden aprovechar esa posibilidad".
Y, en la opinión de Jeremy, ¿en qué se diferencia el modelo de su empresa de los modelos educativos más tradicionales? "En el segmento adulto de la educación continua, el proceso podría resumirse, a grandes rasgos, con esta frase: ‘Aquí está el contenido’. El programa de estudios y las pruebas están preparados para determinar si el estudiante aprendió lo enseñado. Si dominas ese material, se considera que tienes la aptitud suficiente.
"La premisa de nuestro modelo básicamente es que, si tienes la motivación propia y estás dispuesto a sentirte incómodo, te vamos a desafiar a más no poder. No con el propósito de que simplemente aprendas el material, sino de que aprendas a aprender a un ritmo agresivo. Los conocimientos que te brindamos y la forma en la que aprendes están muy alineados con cómo el sector pretende que aprendas a su modo, no solo en cuanto al ritmo, sino también al método".
La crítica más frecuente del aprendizaje online destaca la falta de colaboración y participación, las limitadas oportunidades de hacer contactos y forjar vínculos, y la imposibilidad de recibir comentarios de inmediato. ¿Cómo afrontan Jeremy y su equipo estos desafíos?
"La modalidad es completamente remota, pero las clases son en vivo, es decir que tienes que asistir", explica Jeremy. "No es un enfoque de aprendizaje asincrónico. Hay evaluaciones. ‘Aprendemos haciendo’, así que las personas comparten tiempo prácticamente todo el día. Tuvimos que crear una experiencia remota muy sólida en cuánto a la forma en que las personas interactúan y colaboran en todo momento. Tenemos herramientas como Slack y Discord, además de nuestro sistema de administración de aprendizaje Compass, así que hay muchísima interacción. Sin embargo, lo que mejor funciona en la educación remota es lograr que las personas entiendan que su presencia cuenta".
Crear esta sensación de presencia y colaboración, un aspecto central de la filosofía de Labs, es la clave para desarrollar conexiones con trabajadores remotos o híbridos. Trabajar junto con sus pares ayuda a los estudiantes a entender mejor los conceptos más complejos y los expone a una diversidad de perspectivas y habilidades de resolución de problemas.
Jeremy agrega: "Lo que genera lazos entre las personas es la forma en que trabajan juntas en algo. Mientras más tiempo le dedicas a hacer algo que te representa un verdadero desafío, donde cuentas con la ayuda de otras personas y donde todos trabajan en la misma dirección, más se afianzan los vínculos". Algo bien deben estar haciendo: una pareja que se conoció en la escuela online se casó hace poco.
Por supuesto, cada estudiante tiene diferentes aptitudes, motivaciones y objetivos. Educar a tantas personas diferentes con los mismos altos estándares demandaría un cambio radical en el modelo educativo. Menos mal que Jeremy y su equipo tuvieron una década para cultivar un ecosistema de esas características.
A pesar de esta década de experiencia con Lighthouse Labs, Jeremy sigue viendo a los bootcamps de tecnología como un trabajo en progreso. Detalla tres formas de ser ágiles que están ayudando a su equipo a reducir drásticamente los costos y a destacarse en un mercado competitivo.
"Creo que los bootcamps en realidad no llegaron todavía a ese punto de inflexión en cuanto a la rentabilidad. No obstante, creo que la mejor manera de lograrlo es a través de la construcción de vínculos. Es decir, el hecho de que todos nuestros mentores sean profesionales en el espacio significa que sus aportes se vuelcan permanentemente en nuestro programa de estudios. Le estoy pagando a alguien para que apoye a los estudiantes, pero estoy recibiendo muchísimos comentarios relevantes sobre lo que vemos. No les pido que elaboren un programa de estudios, pero definitivamente les pido a todos que nos avisen cada vez que haya un problema y, luego, que nos den una idea de por qué no funciona, lo que significa que mantener esa agilidad y esa relevancia es una prioridad.
"La segunda manera de lograrlo es mediante la construcción modular. Si cambio algo en la semana siete, no genera un desbarajuste irremediable en la semana 11. La construcción modular es fundamental, y creo que es algo que la mayoría de las escuelas no entiende.
"La tercera es que tienes que analizar dónde están tus gastos, dónde están tus costos. Los docentes son indispensables para la experiencia educativa de las personas. Sin embargo, que alguien dependa de un único docente para transitar con éxito esa experiencia es algo negativo porque lo que termina ocurriendo es que el docente se convierte en el programa y eso genera un aumento del salario debido a la relevancia de esa persona. Necesitamos que haya gente incorporándose continuamente".
Hablando de tecnología. Hablemos sobre el cerebro azul resplandeciente en la habitación. ¿Qué opina Jeremy de la IA?
"La IA es, sin lugar a dudas, una especie de monstruo terrorífico: ‘¿Qué es y qué le está haciendo al sector?’. Pero, según veo, la IA todavía no está reemplazando trabajos. Siempre bromeo con que, si la IA hubiese aparecido en 2021, no estaríamos hablando de nada relacionado con el reemplazo de trabajos. Estaríamos hablando de aceleradores para todo el mundo, porque no podrían conseguir suficiente talento para llegar al punto al que querían llegar".
En todo caso, aceptar la IA es esencial a la hora de preparar a los estudiantes para el futuro mercado laboral, mejorar el pensamiento crítico y brindar a las personas las herramientas necesarias para cerrar la brecha digital.
Jeremy coincide. "Todas las personas que se gradúan hoy en día deberían aprovechar la IA como acelerador, pero la clave está en la forma en que la usas y en la forma en que no la usas, y en no usarla en detrimento del aprendizaje", explica. "Si un estudiante de nuestro programa utiliza la IA solo para aprobar un proyecto y recibir una buena calificación, fracasará en el mercado laboral. Ese es el principal problema de la educación hoy por hoy. Cualquiera que se oponga al uso de la IA en su programa no está preparando a la persona para trabajar".
Esta convicción de que es posible cerrar la brecha de las habilidades tecnológicas es el eje de las metodologías que implementan Jeremy y su equipo. Como la contratación de talento externo es cada vez más costosa, los programas de capacitación de personal corporativo de Lighthouse Labs ayudan a sus socios empresariales (entre los que se cuentan Nike, Toyota, McKinsey y Expedia) a cubrir sus vacantes de manera más rápida y rentable. El año pasado, el 82% de los estudiantes de Labs lograron ocupar un puesto en menos de 180 días en empresas como Capgemini, Digital Lab y Bell.
Agilidad: listo. Inmersión: listo. ¿Cuánto cuesta todo eso? Dada la espiralización de los costos en todos los ámbitos de la educación tecnológica, causados por el veloz avance de la tecnología en sí y los cambios en la infraestructura, ¿cómo hace Lighthouse Labs para mantener los costos bajo control?
"La forma en la que generamos nuestro valor es siendo más puntuales en cuanto al ‘quién’, no pensando en que el mejor modelo es enseñarles a todos en cada instancia de su trayectoria formativa. Concretamente, se trata de perfeccionarte en eso que te sale extremadamente bien, entendiendo quiénes son tus principales empleadores y estudiantes, y sabiendo que diseñas para ellos. Luego, puedes dejar que todos los demás formen parte y disfruten de la experiencia y ser muy explícito acerca de quién eres. Eso nos permite destinar el dinero a actualizar el programa de estudios".
Jeremy asume el rol de docente por un momento y nos cuenta una breve anécdota sobre cómo podemos aprender del pasado.
"El ejemplo más claro que suelo usar es el de los faroleros de Londres. En el pasado, miles de personas en Londres trabajaban encendiendo las lámparas [de aceite y gas] manualmente. Con la llegada de la electricidad, los sindicatos se resistieron a la incorporación de las bombillas eléctricas. Se declararon en huelga y, de un momento a otro, todas las lámparas se reemplazaron por bombillas y todos los faroleros perdieron su trabajo. La verdadera pregunta que plantea la historia no es por qué esas personas perdieron su trabajo, sino cuánto tiempo se necesitó para que nuevos trabajos se volvieran relevantes con la llegada de la electricidad. La respuesta es 15 años, como mínimo. Y ese es un gran problema".
Parece que, ante un cambio tan significativo en el panorama tecnológico, es esencial desarrollar rápidamente nuevas competencias, no solo para los estudiantes en el ámbito de la educación tradicional, sino para todas las personas, sin importar en qué etapa de su trayecto formativo se encuentren.
Parece que, ante un cambio tan significativo en el panorama tecnológico, es esencial desarrollar rápidamente nuevas competencias, no solo para los estudiantes en el ámbito de la educación tradicional, sino para todas las personas, sin importar en qué etapa de su trayecto formativo se encuentren.
Los avances tecnológicos impulsan constantemente la evolución del lugar de trabajo moderno y dieron lugar a una gran demanda de personas con los conocimientos tecnológicos necesarios para optimizar procedimientos, automatizar tareas y aprovechar las herramientas y plataformas digitales. Las empresas valoran a los empleados que son capaces de contribuir a los proyectos de transformación digital e impulsar la innovación y que están preparados para adaptarse a las tendencias tecnológicas emergentes. Estas valiosas competencias pueden abrir nuevos caminos profesionales y plantear nuevas oportunidades. En efecto, como dice Jeremy: "La forma en que las personas usen sus habilidades básicas en nuevos campos y espacios será fundamental para formar talentos a un ritmo más acelerado. Y eso es lo que hacemos".
Sin importar qué nueva montaña los estudiantes hayan decidido escalar, ampliar sus horizontes y aprender nuevas habilidades será crucial para su desarrollo. La posibilidad de progresar profesionalmente es emocionante, pero el proceso puede ser demandante. Probablemente, lo mejor sea buscar al guía indicado… y aferrarse con fuerza.
La historia de Lighthouse Labs muestra cómo la capacitación de la fuerza laboral se adapta para superar los desafíos del siglo XXI: brindando a los profesionales las herramientas que necesitan para triunfar en un mercado laboral en permanente cambio. Obtén más información sobre el papel que desempeña la tecnología de VR en esa transformación.