Reto
El diseño de fármacos tradicional y la colaboración entre especialistas en química, que se tienen lugar en debates presenciales y sesiones instructivas, se enfrentan a limitaciones significativas debido a su naturaleza tridimensional.
La inclusión de las interacciones 3D esenciales entre los fármacos candidatos y sus proteínas objetivo, así como los datos complejos fundamentales para guiar el proceso de diseño, suelen estar restringidos y son inaccesibles a la hora de concebir ideas, lo que hace que los químicos tengan que depender de su intuición y su memoria.
Para afrontar este reto, los químicos llevan tiempo explorando el uso de los diagramas de perspectiva en 3D e incluso han recurrido a modelos físicos de moléculas “de juguete”. Los químicos computacionales también han desarrollado software para visualizar y proporcionar ideas en 3D en pantallas de ordenador, que integran datos moleculares pertinentes para generar modelos dinámicos.
A pesar de estos esfuerzos, la comunicación de información 3D compleja usando pantallas 2D sigue suponiendo un gran reto. No solo es difícil para los químicos visualizar la molécula finalizada, sino también comprender los parámetros que afectan a la efectividad del fármaco. Esto significa que pueden gastarse un tiempo y unos recursos muy valiosos conceptualizando diseños que posiblemente no se adecúen al propósito.
Para mejorar la fluidez y la eficacia del proceso de diseño de fármacos, LifeArc tomó un camino diferente, un camino que anima a todos los químicos a comprender, diseñar e incorporar datos y conceptos 3D lo antes posible durante el proceso de concepción de ideas.
