A Arquímedes le hizo falta un baño. A Newton, la sombra de un árbol. Y Fleming necesitó unas vacaciones. Como ocurrió con el volumen, la gravedad o la penicilina, muchos de los grandes descubrimientos científicos de la historia fueron fruto de la casualidad. ¿Qué tienen todos estos descubrimientos en común? Pues que ninguno de estos gigantes de la ciencia se encontraba sentado en su escritorio.
En la era del trabajo remoto, a pesar de las ventajas que este le aporta a nuestras vidas, nuestro trabajo y nuestra productividad, también hemos perdido ciertas cosas por el camino. Hay muchos más escritorios vacíos, pero muy pocas personas que acaban corriendo desnudas por la calle gritando “¡Eureka!”.
No todos podemos ser genios y, hoy más que nunca, la colaboración es crucial para hacer avances innovadores. Sin embargo, nunca ha desaparecido la necesidad de ver las cosas desde una nueva perspectiva. El manzano de Newton dio paso a las charlas distendidas en la máquina del café de la oficina, pero ¿qué va a ocupar el puesto de la máquina de café ahora que ya no hay nadie congregándose a su alrededor?
Ivo Vlaev, profesor de ciencias del comportamiento en Warwick Business School, explica cuál es el nuevo obstáculo que debe afrontar la innovación. “Al trabajar de forma remota, es fácil sentirse desconectado de tus compañeros, así que hay que fomentar que se produzcan más conversaciones informales. Perder esas sesiones de lluvia de ideas espontáneas y ese sentido del compañerismo podría llevarse por delante la motivación y la creatividad”.
Por eso, es crucial que recuperemos esos encuentros fortuitos en la oficina. A la sombra del famoso edificio Flatiron de Nueva York se encuentran las oficinas de Agile Lense, un estudio creativo de realidad extendida (o XR, que agrupa los conceptos de realidad virtual, mixta y aumentada) que podría tener la respuesta a este dilema.
Alex Coulombe, CEO, cofundador y “XR-quitecto” (como él mismo se denomina) de la empresa, cuenta con una carrera profesional muy poco convencional. Es arquitecto de formación, aunque el gran amor de su vida es el teatro. Con la intención de unir ambas pasiones, se unió a Fisher Dachs Associates, una asesoría de planificación y diseño de teatro, en 2012. Fue entonces cuando se familiarizó con las posibles ventajas de las sesiones de lluvia de ideas espontáneas, que le llevaron a tener su propio momento “eureka” (eso sí, completamente vestido).
“Un día, escuché una conversación en la oficina sobre nuestro trabajo en The Shed, en el barrio de Hudson Yards (Nueva York). Al parecer, estaba siendo complicado decidir dónde instalar cierto equipo especializado que ocupaba 1,20 metros, así que se me ocurrió preparar una experiencia de VR rápida que lo incluyese. Fue totalmente fortuito, porque dio la casualidad de que me enteré de que había un problema y tuve la oportunidad de ofrecer mi ayuda”.
Resulta que algunos desafíos del mundo real son mucho menos complejos en la realidad virtual. “Coloqué una vara de 1,20 metros en la experiencia de VR que nos permitía movernos y comprobar dónde cabía el equipo. Pan comido”.
Alex fundó Agile Lens un año después con la misión de ofrecer una rentabilidad y una optimización eficientes a lo largo del proceso de diseño y construcción.
Alex explica lo siguiente: “Antes de la XR, las órdenes para hacer cambios y arreglos llegaban cuando la construcción ya había comenzado, así que teníamos que dedicar entre el 10 y el 15 % del presupuesto total a los cambios que no se podían conceptualizar durante la planificación. Pero la realidad virtual resuelve gran parte de esos problemas. Ahora podemos ponerle unas gafas al cliente y permitir que eche un vistazo con sus propios ojos. Todos los miembros del proyecto pueden mantenerse al día de las novedades para que no haya sorpresas”.
Tras haber conseguido estar a la vanguardia de la VR en la arquitectura y la construcción, Alex sigue combinando sus dos pasiones. El equipo de Agile Lens ha producido numerosas experiencias de teatro virtuales que les permiten seguir dando forma a su enfoque y desarrollar nuevas técnicas para materializar lo que la gente espera de un espacio virtual.
“Ahora que empiezo a trabajar cada vez más en el diseño de arquitectura virtual que nunca se va a materializar en el mundo real, me parece fascinante pensar en todos los aspectos esqueumórficos que se incluyen en los diseños (es decir, los elementos de diseño típicos del mundo real que no tienen una utilidad, pero ayudan a crear una sensación de inmersión)”.
Los escritorios y las pizarras virtuales son perfectos para ayudar a los usuarios a adaptarse al espacio de trabajo en la VR, pero la clave de la interacción espontánea es que se produce cuando el trabajador se levanta del escritorio. La oficina virtual tiene el potencial de generar un nuevo paradigma en los entornos laborales, pero ¿dónde comienza el proceso de diseño?
Alex nos explica en qué consiste su enfoque iterativo de “XR-quitectura”, fundamentado en datos sobre el comportamiento. “Al trabajar con entornos de arquitectura virtual y teatro inmersivo, tenemos la oportunidad de ofrecer un recorrido virtual a las personas que van a trabajar físicamente en el espacio. La gente puede dar opiniones más fundamentadas sobre su experiencia que con una animación o unos simples gráficos. Ver en qué se fijan nos aporta mucha información”.
Pero este proceso iterativo va mucho más allá de los comentarios subjetivos y las primeras impresiones. Agile Lens tiene la capacidad de llevar un seguimiento y un registro de los movimientos y el comportamiento conforme explora los entornos virtuales para identificar los elementos de diseño que generan más interés. “Generamos mapas térmicos para identificar qué mira la gente, durante cuánto tiempo lo hace, hacia dónde camina y cómo interactúa”.
Después, Alex y su equipo usan los datos sobre el comportamiento que recogen para determinar sus elecciones de diseño. Al identificar las áreas más populares del entorno virtual, Alex puede ubicar esa máquina del café virtual en puntos clave para maximizar la posibilidad de colaboración e innovación espontáneas.
“El diseño es iterativo y se centra en encontrar más maneras de hacer que la gente le preste atención a algo para guiarlos de forma natural y lograr que tomen todas esas decisiones por su cuenta”.
En las oficinas virtuales no hace falta una máquina de café, pero los momentos de colaboración e innovación espontáneas suelen requerir una nueva perspectiva y un punto de interés. Para Agile Lens, estos espacios comunitarios y puntos focales están en constante evolución. Pero ¿de dónde obtiene inspiración el equipo de Alex?
“Participamos en XR Social Club, dirigido por Christina Heller y Will Cherry. Es un club en el que un montón de gente se reúne en un chat de VR, donde, sorprendentemente, tiene lugar gran parte de la arquitectura virtual más apasionante. Hay un montón de mundos superimaginativos creados por diseñadores, muchos de ellos sin formación en arquitectura, que están ampliando las posibilidades que ofrece este medio. Hacemos un recorrido por ellos todas las semanas y tenemos la oportunidad de ver qué cosas se le ocurren a la gente”.
En el entorno de trabajo híbrido actual, puede que la máquina del café ya no sea una máquina del café, pero esos momentos pueden seguir produciéndose. De hecho, en la oficina virtual, la imaginación del diseñador es el único límite de los espacios comunitarios, lo que no solo provoca la colaboración espontánea, sino que podría permitir que se controle la dirección que esta sigue.
La nueva máquina del café puede ser un puzle, un cofre del tesoro o una noria, en función de la semana. ¡O incluso podría ser un manzano!
Ya sea para la construcción, la VR o ambas cosas, recopilar datos de pruebas centradas en la experiencia de las personas que van a usar el espacio brinda a las empresas la oportunidad de reinventar todo su entorno de trabajo en función de las preferencias de sus empleados.
Mediante el uso de datos sobre el comportamiento, los trabajadores están indicando a las empresas dónde quieren tener sus próximos “momentos eureka”. A través de la XR, el diseño basado en los datos está ayudando a las organizaciones a guiar a sus empleados de vuelta a las típicas charlas distendidas de la máquina de café, en cualquier nuevo formato que puedan imaginar.